Historias vacías y camas llenas; desconocidas y desconciertos; mentiras y verdades a medias.
Amores alcohólicos, lagunas mentales, cumplidos auto convincentes, besos con sabor a ron…
Ser sólo un poeta de bragueta y revolcón.
No quiero más frases hechas, quiero que se me trabe la lengua por los nervios de tenerte cerca.
Estoy cansado de ser un trovador de contenedor, que colecciona princesas a los pies de su cama, de las cuales, al día siguiente, ni si quiera recuerda sus nombres.
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